domingo, 23 de mayo de 2010

Síndrome de Rett


El Síndrome de Rett es un trastorno neurológico de base genética. Fue descubierto en 1966 por el doctor Andreas Rett de Viena, Austria, en una publicación médica alemana. A causa de la relativamente pequeña circulación de este artículo, la mayoría de los médicos no tuvieron conocimiento de la enfermedad.

A finales de 1983 el Dr. Bengt Hagberg de Suecia junto con otros colegas de Francia y Portugal publicaron en inglés, en una revista de gran difusión, una revisión del síndrome de Rett que comprendía 35 casos. El año siguiente, en una conferencia que tuvo lugar en Viena, se aportaron documentos clínicos y nuevos datos bioquímicos, fisiológicos y genéticos. En Enero de 1985 el Dr. Rett visitó el instituto John F. Kennedy para niños minusválidos en Baltimore, Maryland, donde el Dr. Hugo Moser organizó la primera reunión mantenida en Estados Unidos.

La Asociación Internacional del Síndrome de Rett consiguió que el Dr. Rett examinara a 42 niñas que habían sido diagnosticadas como casos potenciales del Síndrome de Rett. Esta reunión llevó un aumento del conocimiento del síndrome y sus formas de manifestarse en Estados Unidos. La mayor familiaridad con el síndrome ha dado lugar a un mejor diagnóstico.

Mientras que Rett fue el primero en descubrir el síndrome, le enfermedad fue detectada independientemente en otras partes del mundo. El interés por el síndrome y su conocimiento están creciendo a gran velocidad. La bibliografía médica contiene ahora informes de casos de muchos grupos étnicos por todo el mundo. Los estudios realizados hasta la fecha han encontrado que la frecuencia del síndrome de Rett es de 1:12.000 a 1:15.000 nacimientos de niñas vivas.

Diagnóstico

El diagnóstico depende de la información sobre las primeras etapas del crecimiento de la niña y del desarrollo y evaluación continua de la historia clínica y del estado físico y neurológico de la niña.

Ya se dispone de pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico clínico.

El desarrollo es normal hasta unos seis a dieciocho meses de edad.

La niña con síndrome de Rett se sienta y come con las manos a la edad normal, algunas niñas empiezan a utilizar palabras y combinaciones de palabras sencillas.

Muchas niñas empiezan a andar solas dentro de la etapa normal de edad, mientras que otras muestran un claro retraso o incapacidad para andar solas.

Sigue un periodo de estancamiento o regresión, durante el que la niña pierde el uso de las capacidades manuales sustituyéndolo por movimientos repetitivos de las manos que llegan a ser constantes (estereotipias).

El desarrollo intelectual se retrasa severamente y muchas niñas son erróneamente diagnosticadas como autistas o paralíticas cerebrales.

El comportamiento autista disminuye con la edad, para hacerse una niña afectuosa con mirada y rostro expresivo.

Criterios diagnósticos

1) Criterios necesarios

* Periodo prenatal y perinatal aparentemente normal.
* Desarrollo psicomotor aparentemente normal durante los 6 primeros meses de vida.
* Perímetro craneal normal al nacer
* Desaceleración del perímetro craneal entre los 5 meses y los 4 años de vida.
* Disminución de la actividad voluntaria de las manos entre los 6 meses y 5 años de edad, asociado temporalmente a una disfunción de comunicación y rechazo social.
* Lenguaje expresivo y receptivo muy deteriorado con afectación del desarrollo psicomotor.
* Estereotipias de manos, retorciéndolas/ estrujándolas, haciendo palmas/golpeando, ensalivando, lavado de manos y automatismos de fricción.
* Anomalías en la deambulación o no adquisición de la marcha.
* Posibilidad de un diagnostico clínico entre los 2 y 5 años de edad.

2) Criterios de soporte

* Anomalías del ritmo respiratorio en vigilia.
* Apneas periódicas en vigilia.
* Hiperventilación intermitente
* Periodos de contener la respiración.
* Emisión forzada de aire y saliva.
* Distensión abdominal por deglución de grandes cantidades de aire.
* Anomalías EEG
* Ritmo de base lento en vigilia y patrones intermitentes de ritmos lentos (3-5Hz)
* Descargas paroxísticas con o sin crisis clínicas.
* Convulsiones
* Anomalías del tono muscular con atrofia de las masas musculares y/o disfonías
* Trastornos vasomotores periféricos
* Escoliosis / cifosis.
* Retraso en el crecimiento (talla)
* Pies pequeños hipotróficos y fríos
* Anomalías en el patrón de sueño del lactante, con mayor tiempo de sueño diurno.

3) Criterios de exclusión

* Evidencia de un retraso en el crecimiento intrauterino
* Organomegalia u otros signos de enfermedad de deposito.
* Retinopatía o atrofia óptica
* Presencia de un trastorno metabólico o neurológico progresivo.
* Patologías neurológicas secundarias por infecciones graves o traumatismos craneales.


Estadios Evolutivos

1ª ETAPA

* Inicio: de 6 a 18 meses.
* Duración: meses.
* Enlentecimiento del desarrollo psicomotor y del crecimiento cefálico.
* Disminución del interés por el juego.

2ª ETAPA

* Inicio: de 1 a 3 años.
* Duración: Desde algunas semanas a meses.
* Etapa de regresión rápida, deterioro del comportamiento, con pérdida de la utilización voluntaria de las manos, y la aparición de estereotipias.
* Crisis convulsivas.
* Manifestaciones autistas y pérdida del lenguaje.
* Comportamiento autoestimulante, insomnio y motricidad torpe.

3ª ETAPA

* Inicio: de 2 a 10 años.
* Duración: De meses a años
* Etapa de Estabilización Aparente.
* Retraso mental severo.
* Regresión de los rasgos autistas, con una mejoría del contacto.
* Crisis convulsivas.
* Estereotipias manuales características: lavado de manos.
* Espasticidad, ataxia, apraxia.
* Disfunciones respiratorias.

4ª ETAPA

* Inicio: Después de los 10 años.
* Duración: años, décadas.
* Deterioro motor tardío.
* Pérdida de la capacidad motora.
* Escoliosis, atrofia muscular, rigidez.
* Síndrome piramidal y extrapiramidal marcados.
* Retardo en el crecimiento con ausencia de lenguaje.
* Mejora del contacto visual.
* Crisis convulsivas menos severas.
* Alteraciones tróficas.

Tratamiento

Hasta ahora no existen fármacos que hayan conseguido con éxito mejorar los síntomas del Síndrome de Rett, excepto la medicación para el control de las convulsiones.

Se recomienda una Fisioterapia lo más precoz e intensa posible para prevenir: escoliosis, rigidez, pie equino, etc., y favorecer la movilidad.

La terapia musical ha sido utilizada en Europa desde 1972 con éxito y es considerada como medio para comunicarse.

Se cree que es beneficioso el reducir las estereotipias manuales y aumentar la atención de la niña y la búsqueda de contacto visual. Es importante favorecer la marcha y todo movimiento voluntario, así como insistir sobre la importancia de ejercicios de reeducación funcional, que permitan limitar las deformaciones y mantener al máximo posible la independencia, facilitando potenciar todas sus posibilidades, tendiendo a conseguir el óptimo de "Calidad de Vida".

Prestar atención a la higiene bucal.

Para obtener los mejores resultados es necesario la Regularidad, formando parte de la vida normal de la niña, teniendo en cuenta que la Firmeza como el Cariño son necesarios.

Varios artilugios ortésicos, tales como tirantes, cabestrillos, etc., se usan a veces para tratar los "pies de bailarina", la escoliosis y las manos juntas. Tales dispositivos deben ser recomendados por el fisioterapeuta de la niña de acuerdo con su médico.

Es también de gran importancia la Hidroterapia y el masaje con chorro subacuático.

lunes, 17 de mayo de 2010

Oncologia infantil


Introducción

La palabra cáncer se utiliza para describir un grupo de enfermedades distintas pero que comparten características comunes. Cada una de ellas recibe un nombre específico de acuerdo a la parte del organismo que afecta.
El cáncer surge cuando las células pierden el control y se reproducen de forma desordenada. Se dividen rápidamente, produciendo más y más células del mismo tipo que han perdido la capacidad de funcionar con normalidad.
Al principio, las células malignas se quedan en una parte del cuerpo, pero finalmente se extienden por todo él causando deterioro. Cuando el cáncer se ha extendido por el órgano donde empezó, se dice que hay metástasis.
En los niños, este proceso se produce con mucha mayor rapidez que en los adultos. Esto se debe a que las células tumorales suelen ser embrionarias e inmaduras, y por lo tanto de crecimiento más rápido y agresivo.
La incidencia del cáncer en los niños es muy baja, considerándose una enfermedad poco frecuente. Se diagnostican alrededor de 1.000 niños al año en nuestro país, lo que representa el 3% de todos los cánceres pero ocupa el segundo lugar como causa de muerte de los niños y niñas de 1 a 14 años.
Es muy difícil hacer una detección precoz del cáncer infantil. En la mayoría de los casos, el diagnóstico se hace de forma accidental o ya en fases avanzadas de la enfermedad.
Durante las últimas décadas, los avances en las técnicas diagnósticas y en los tratamientos del cáncer infantil han aumentado la supervivencia de estos niños, pasando del 15-20% hasta el 70-80%.
Los factores que desencadenan el cáncer en los niños no suelen coincidir con los que lo pueden desencadenar en los adultos, como el hábito de fumar o la exposición a toxinas medioambientales. En contadas ocasiones, los niños que padecen determinados trastornos de origen genético, como el síndrome de Down, pueden tener un riesgo más elevado de desarrollar cáncer. Asimismo, los niños que se han sometido a quimioterapia o a radioterapia debido a un cáncer previo también pueden tener un riesgo más elevado de desarrollar otro cáncer en el futuro. De todos modos, en la mayoría de los casos, los cánceres infantiles se desarrollan a raíz de mutaciones (o cambios) no heredadas en los genes de sus células en proceso de crecimiento.

Tipos de cáncer infantil más frecuentes

• Linfomas
Los linfomas son cánceres que se desarrollan a partir del sistema linfático, el cual forma parte del sistema inmunológico. El sistema linfático se encuentra en una serie de órganos como son el bazo, el timo, los ganglios, la médula ósea; y otros órganos que contienen tejido linfoide como las amígdalas, la piel, el intestino delgado y el estómago.

Se clasifican en dos grupos:
o Linfoma de Hodgkin
La enfermedad de Hodgkin es un cáncer caracterizado por el agrandamiento progresivo de los ganglios linfáticos, el bazo y el hígado, y por anemia progresiva. Afecta generalmente a personas de 10 a 30 años.
o Linfoma de no Hodgkin
Esta enfermedad es más frecuente en los niños. La enfermedad de no Hodgkin es un tipo de linfoma, un cáncer del sistema linfático. Las células linfáticas dañadas pueden propagarse a otros órganos extendiendo el cáncer.
• Neuroblastoma
El Neuroblastoma es uno de los tumores sólidos malignos más frecuentes en niños y puede aparecer en cualquiera de los sitios anatómicos a lo largo de la cadena ganglionar simpática, así como en la glándula suprarrenal.

Es un tumor canceroso que se origina en los tejidos nerviosos, habitualmente, el tumor se origina en los tejidos de la glándula adrenal en el abdomen, pero también puede originarse en el tejido nervioso del cuello, el pecho o la pelvis.

• Tumor de Wilms o Nefroblastoma
El tumor de Wilms es la forma más común de cáncer del riñón en la infancia y su causa exacta en la mayoría de los niños se desconoce.
La forma más frecuente de presentación clínica es una masa abdominal palpable, grande, fina y poco móvil.
Un nefroblastoma consta de tres elementos:
 Blastema: una masa de células indiferenciadas capaces de crecimiento y regeneración en los órganos o partes del cuerpo, normalmente se encuentran en las primeras etapas de un organismo de desarrollo embrionario, y en la regeneración de tejidos, órganos y huesos.
 Mésenquima: un tipo de tejido conjuntivo reticular, que es de origen mesodérmico y situada en el mesodermo embrionario.
 Epitelio: el grupo de células que alinean las superficies del tumor
• Retinoblastoma
El retinoblastoma es un tumor que tiene su origen en los fotorreceptores retinianos. Es el tumor intraocular maligno más frecuente de la infancia.
A pesar de que el retinoblastoma puede presentarse a cualquier edad, aparece con mayor frecuencia en los niños más jóvenes, usualmente antes de cumplir los cinco años. El tumor puede estar situado en uno o ambos ojos. Este tipo de tumor normalmente se concentra en los ojos y no se extiende a otros tejidos o partes del cuerpo.
• Rabdomiosarcoma
El rabdomiosarcoma es un tipo de sarcoma. El sarcoma es un cáncer del tejido blando, del tejido conjuntivo y del hueso. Por lo general, el rabdomiosarcoma comienza en los músculos que se insertan en los huesos y que ayudan a mover el cuerpo. Es el tipo más común de sarcoma que se presenta en los niños y puede presentarse en muchos lugares del cuerpo.
Hay tres tipos principales de:
 Embrionario: Este tipo se presenta con más frecuencia en el área de la cabeza y el cuello, o en los órganos genitales y urinarios. Es el tipo más común.
 Alveolar: Este tipo se presenta con más frecuencia en los brazos o piernas, pecho, abdomen o en el área genital o anal. Por lo general, se presenta en la adolescencia.
 Anaplásico: Este tipo se presenta con poca frecuencia en los niños.
• Osteosarcoma
El osteosarcoma es un cáncer en los huesos, que se manifiesta en los extremos de la diáfisis de un hueso largo. Se inicia en las células de los huesos inmaduros, que constituyen el tejido óseo y debilita al hueso.
Es el tipo de cáncer de hueso más frecuente y el sexto cáncer en los niños. Aún no están determinadas las causas del origen de esta enfermedad.
• Sarcoma de Edwing
Es un tumor óseo maligno que afecta a los niños. El tumor puede originarse en cualquier parte del cuerpo, generalmente en los huesos largos de las extremidades, la pelvis o el tórax, al igual que en el cráneo o en los huesos planos del tronco.
El Sarcoma de Ewing ocurre con mayor frecuencia en adolescentes, y aproximadamente la mitad de los casos se registra en el grupo de edad comprendido entre los diez y los veinte años.
• Tumores del sistema nervioso central
Los tumores del SNC incluyen todos aquellos tumores que asientan tanto en el encéfalo como en la médula espinal.
Un tumor del sistema nervioso central (SNC) comienza cuando células normales del cerebro o de la médula espinal empiezan a cambiar y a crecer sin control y forman una masa llamada tumor. Un tumor puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso, lo que significa que se puede diseminar a otras partes del cuerpo). El cerebro es el centro del pensamiento, la memoria y las emociones. Controla los cinco sentidos (olfato, tacto, gusto, oído y vista), el movimiento y otras funciones básicas del cuerpo, entre ellas, los latidos del corazón, la circulación y la respiración. La médula espinal está compuesta de nervios que llevan información de ida y vuelta entre el cuerpo y el cerebro.
Cuando un tumor se desarrolla en el SNC, resulta especialmente problemático porque los procesos de pensamiento y los movimientos de la persona pueden verse afectados. Además, suele ser complicado tratar este tipo de tumor porque los tejidos que lo rodean pueden ser vitales para el funcionamiento del cuerpo.
• Leucemia
El término “leucemia” se utiliza para denominar los tipos de cáncer que afectan a los glóbulos blancos (también llamados leucocitos). Cuando un niño padece leucemia, la médula ósea produce grandes cantidades de glóbulos blancos anormales. Estos glóbulos blancos se acumulan en la médula e inundan el flujo sanguíneo, pero no pueden cumplir adecuadamente la función de proteger al cuerpo contra enfermedades puesto que son defectuosas.
A medida que la leucemia avanza, el cáncer interfiere en la producción de otros tipos de células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos y las plaquetas. Como resultado de esto, aparece la anemia (bajo recuento de glóbulos rojos) y los problemas con hemorragias, además de un mayor riesgo de contraer infecciones debido a las anomalías de los glóbulos blancos.
En general, las leucemias se clasifican en agudas (se desarrollan rápidamente) y crónicas (se desarrollan lentamente). En los niños, aproximadamente el 98% de las leucemias son agudas.
Las leucemias infantiles agudas se subdividen en leucemia linfocítica aguda (LLA) y leucemia mieloide aguda (LMA). Esta clasificación depende de si se ven afectados ciertos glóbulos blancos ligados a la defensa inmunológica, que reciben el nombre de linfocitos.

Tratamiento

Existen cuatro tipos de tratamiento, dependiendo del tipo de cáncer que tenga el niño se empleará una modalidad u otra, aunque en la mayoría de los casos, el tratamiento combinará varias modalidades.
• Quimioterapia:
Consiste en la administración de sustancias químicas (fármacos) que destruyen las células tumorales e impiden que se reproduzcan. El problema es que pueden destruir también otras células, sobre todo a aquellas que tienen una gran capacidad de crecimiento (células de la sangre, del aparato digestivo, de los cabellos), produciendo una serie efectos secundarios.

Actualmente se trabaja en la investigación de medicamentos selectivos, que dirijan sus efectos hacia las células cancerosas pero afectando lo menos posible a las células sanas.

La vía de administración de quimioterapia es variable, puede ser por la boca (pastillas, jarabe,..), por vía intravenosa (inyectada a través de una vena) o intratecal (inyectada en el espacio que rodea a la médula espinal).

Se pueden utilizar uno (mono quimioterapia) o varios fármacos a la vez (poliquimioterapia), que como ya hemos mencionado, habitualmente se administran en forma intermitente o de "ciclos".


Dependiendo de los fármacos que se empleen y del protocolo de quimioterapia que se utilice, el niño podrá acudir al hospital de día y, una vez finalizada la infusión de los medicamentos, volver a casa.

La periodicidad del tratamiento también es variable. En unos casos, los fármacos se administran diariamente, en otros una vez por semana y en otros en forma de ciclos (cada tres o cuatro semanas).

• Radioterapia:

Forma de tratamiento basada en radiaciones ionizantes capaces de eliminar las células malignas y detener su crecimiento y división en la zona en la que es aplicada.

Se emplea como terapia local (en la zona donde está el tumor) o como terapia locorregional (cuando se incluyen los ganglios cercanos al tumor). Se puede administrar como tratamiento complementario a la cirugía o a la quimioterapia.

Por lo general no necesita ingreso en el hospital y es un tratamiento indoloro que consiste en irradiar la zona afectada en sesiones cortas y progresivas.

Se administra durante unos minutos a lo largo de varios días o semanas, dependiendo del protocolo que se aplique. Durante el mismo, el niño debe permanecer solo en la sala de tratamiento, aunque siempre estará vigilado mediante un sistema de cámaras.

• Cirugía:

Consiste en extirpar, cuando es posible, una parte o todo el tumor. Para los tumores sólidos, la cirugía es la primera opción de tratamiento.

La probabilidad de una cura quirúrgica depende del tamaño, lugar, y etapa de desarrollo de la enfermedad.

En ocasiones, antes de la cirugía se administra quimioterapia para reducir el tamaño del tumor y facilitar la extirpación completa.

• Trasplante de médula ósea:
Consiste en la sustitución de las células de la médula ósea enfermas o destruidas por el tratamiento de quimioterapia por otras sanas extraídas del propio paciente o de un donante compatible.
El trasplante de médula ósea o de células madre de sangre periférica puede ser:
o Alogénico. La médula o las células madre de sangre periférica proceden de otra persona, un donante (hermanos, padres o sin parentesco). Es necesario que el material que se trasplanta sea compatible con el del enfermo.
o Autólogo. Consiste en la utilización de la médula ósea del propio paciente. Se obtiene directamente de la médula ósea o de sangre periférica
Las células madre se recogen del paciente en un periodo de remisión, es decir, sin evidencia de enfermedad. Posteriormente, para asegurar que en el material recogido no existan células tumorales, se trata con fármacos antineoplásicos.

Una vez recogido todo el material, el niño es sometido a tratamiento con quimioterapia de altas dosis y, en ocasiones, se administra radioterapia a todo el cuerpo (irradiación corporal total) con el objetivo de erradicar la enfermedad. Una vez finalizado el tratamiento, se introduce el material de la médula ósea a través de la vena como si se tratara de una transfusión.
Hasta que las células trasplantadas sean capaces de generar suficientes leucocitos, plaquetas y hematíes, el niño presenta un riesgo muy elevado de infecciones y hemorragias, además de anemia. Por este motivo, el niño debe permanecer aislado en una habitación especial durante este periodo.

Otro tipo de trasplante cada vez más utilizado es el trasplante de sangre de cordón. Cada tipo de trasplante tiene indicaciones precisas.


¿Cómo afecta la enfermedad en edad escolar?

Etapa Infantil: 0-6 años

En estos niveles suele interpretar su mundo situándolo en un plano muy concreto.
Son incapaces de captar el significado de su diagnóstico o las razones por las que
deben soportar los tratamientos médicos, tan cuantiosos y a menudo agresivos.

Necesitarán que se les confirme, para su tranquilidad, que no son los causantes de
su enfermedad y que ésta no es contagiosa ni significa ningún castigo.

La situación les resultará más difícil al tener que separarse de su familia en un primer
momento y se sentirán más dependientes e inseguros. La caída del pelo, sin embargo,
preocupará más a las personas adultas que al niño o niña en ese momento.

Las reacciones patológicas propias de esta etapa son: el comportamiento agresivo
o retraído, la ansiedad como consecuencia de la separación, la fobia al colegio y el
aislamiento de las amistades.

Primaria: 7-12 años

En esta etapa del desarrollo pueden seguir sintiendo las preocupaciones propias de
la etapa anterior. Pero además empezarán a darse cuenta de las implicaciones
sociales de su enfermedad de manera progresiva. Ello supondrá una mayor concienciación por la caída del pelo, por la enfermedad y la muerte, y por los posibles cambios en su entorno social.

Las reacciones patológicas propias de esta etapa son: un significativo descenso en
el rendimiento académico no debido al absentismo escolar, un comportamiento agresivo
o retraído, una mayor ansiedad, el aislamiento social y la preocupación por la muerte.

Secundaria: 12-16 años

Cuando se convierten en jóvenes, sus reacciones y preocupaciones se centrarán
cada vez más en las relaciones y preocupaciones con sus amistades y en las consecuencias a largo plazo de su enfermedad.

Jóvenes y adolescentes son muy conscientes de su aspecto físico y al mismo tiempo,
muy susceptibles del rechazo social. Se les plantea la duda de hacer o no partícipes
a los demás de su enfermedad, a causa del estigma consciente de encontrarles
"diferentes".

Como consecuencia de ello, muchos y muchas estudiantes sufrirán en esta etapa de
gran ansiedad al plantearse la vuelta al colegio. Les preocupa la posibilidad de no
poder realizar las tareas escolares y les entristece el no poder participar en las actividades deportivas del colegio. También les resultará más penosa la idea de enfrentarse con su posible muerte y se sienten inquietos por la incertidumbre de su futuro.

Finalmente, en una edad en que se esfuerzan por desarrollar su independencia, se
van a encontrar cada vez más dependientes de sus familias y del personal sanitario
que les atiende. Las reacciones patológicas propias de esta etapa son: notable descenso
en el rendimiento académico, pensar con frecuencia en la muerte y/o el suicidio,
extremado aislamiento social, abuso de sustancias nocivas, y fracaso escolar.


Pautas de actuación para el profesorado


Aceptar que uno de nuestros alumnos ha sido diagnosticado de cáncer no es fácil. Sin duda, es una experiencia compleja en la que van a conjugarse un gran número de acontecimientos que te generarán temor, incertidumbre y angustia.

Es importante tener en cuenta algunas consideraciones para afrontar la enfermedad en el aula:
 Actualmente hay una gran probabilidad de cura en niños con cáncer por lo que se debe mantener la esperanza. La enfermedad es un paréntesis en la vida del niño que implica un cambio en sus hábitos y una suspensión de sus rutinas pero no tiene porqué interferir en su desarrollo normal.
 Asistir a clase puede ser una de las pocas actividades “normales” que pueden hacer. La comunidad educativa deberá propiciar un entorno acogedor, sensible y tolerante ante la problemática que supone la enfermedad.
 Es necesario buscar información para que el miedo y el desconocimiento de la enfermedad nos paralicen. Es muy importante sentirse seguro ante el alumno para acompañarlo en todo el proceso.
 Respetar la voluntad de los padres en cuanto la información que nos quieran proporcionar. No se debe agobiar a la familia con preguntas.

Primeros momentos: ¿Cómo actuar ante el diagnóstico?
Cuando un niño es diagnosticado de cáncer lo lógico es que abandone sus hábitos cotidianos y se someta a pruebas y periodos de hospitalización. Esta situación debe ser conocida por el profesor y por los compañeros del alumno. La enfermedad debe de tratarse en el aula de una forma natural y adaptando la información a la edad del grupo clase.
El docente debe demostrar interés manteniendo el contacto con los padres e interesándose por la evolución del niño. Deberán empatizar con la familia y el paciente compartiendo sus sentimientos y emociones constituyendo así un apoyo emocional muy grande.
Se deben evitar las frases hechas tranquilizadoras del tipo: “todo va a salir bien”, “hay que ser fuerte”, etc. No es bueno interrumpir a la familia y al alumno con preguntas o consejos que no se han pedido y si no sabes que decir limítate a hacer un gesto físico de cariño y apoyo.
Es importantísimo conocer cierta información que nos permita saber cómo actuar:
 Tipo específico de cáncer y cómo será tratado.
 Qué sabe el alumno acerca de su enfermedad.
 Qué le gustaría a la familia que los compañeros supieran.
 En qué forma el tratamiento afectará a la asistencia a clase.
 Cómo les gustaría que fuera nuestro acercamiento y el del resto de compañeros del niño durante estos momentos.

Tú como docente necesitarás también un proceso de adaptación a la nueva situación y para ello es necesario que te prepares recabando información sobre el tema y buscando recursos de apoyo psicológico, además podrá intercambiar información con el profesorado hospitalario, si procede, a fin de adecuar el currículo a la situación del alumno o alumna, seleccionando los contenidos mínimos de las materias básicas o de aquellas en las que tenga mayor nivel de dificultad.


¿Cómo informar a los compañeros de clase?

Una vez superado el impacto inicial tras recibir la noticia llega el momento de comunicárselo al grupo clase. Cada profesor conoce la dinámica de su grupo y por ello será la persona más adecuada para exponer el problema a sus alumnos. Aunque cada clase es distinta es necesario tener en cuenta dos aspectos:

 La información que el alumno enfermo y la familia deciden dar.
 La información que las familias del resto de alumnos hayan ofrecido a sus hijos. Debemos evitar que los mensajes que reciban los niños sean muy diferentes.

Sugerencias:

 El cáncer, a pesar de ser una enfermedad grave, se puede curar.
 El cáncer no es contagioso.
 El niño no ha hecho nada malo. La enfermedad no es un castigo por un mal comportamiento.
 Los tratamientos requieren mucho tiempo y pueden provocar cambios físicos y emocionales.
 El niño enfermo se ausentará regularmente del colegio para seguir su tratamiento.
 El niño enfermo pasará por momentos difíciles y necesita la comprensión y la ayuda de todos.


Para ofrecerles esta información a los alumnos se pueden utilizar cuentos, obras de teatro, vídeos y debates por ejemplo.

Es importante no dejar preguntas sin respuesta, las fantasías que puede imaginar un niño pueden ser más peligrosas que la propia verdad. Debéis procurar no manifestar un sentimiento fatalista.

Es necesario permitir que expresen sus emociones, dudas o preguntas para poder actuar de forma que se fomente la normalización y el trato con el compañero.

El mensaje debe ser veraz pero positivo, pensando siempre que nuestro alumno se ha de mantener en contacto para una posterior reincorporación escolar y social.

El papel de la escuela y el profesor durante los días de tratamiento

En este momento nos encontramos en el periodo en que el niño permanece hospitalizado. Durante esta etapa, es necesario mantener contacto con la Unidad pedagógica del hospital con el fin de coordinar las acciones. Los padres del niño pueden actuar como puente entre el aula hospitalaria y el centro de referencia.

En este sentido, es necesario que colaboréis para permitir que la continuidad del proceso educativo sea posible. La información que ofrezcáis al maestro del aula hospitalaria le permitirá actuar partiendo de una base mucho más firme. Por ello es importante informar sobre la situación escolar del alumno, de sus intereses y actitudes, así como de los objetivos y contenidos que se están trabajando en el curso al que pertenezca el niño.

Durante esta etapa los cambios físicos y emocionales en el niño se harán más patentes por lo que es necesario obtener información sobre aspectos relevantes:

 Posibles cambios en la apariencia y en el comportamiento.
 Cómo está manejando el niño su enfermedad.
 Cuántos deseos tiene de volver al colegio.
 Qué tipo de contacto desea con nosotros y con sus compañeros de clase.

Durante esta fase el profesor debe ser puente entre el alumno y el resto de compañeros:

 Enviar cartas y mensajes individuales o colectivos mientras esta hospitalizado y durante su estancia en casa.
 Preparar un diario elaborado entre todos y en el que cada niño realizará su aportación especial: dibujos, chistes, cuentos, poesías, anécdotas de clase, etc.
 Enviar CDs o videos grabados en clase, en excursiones o fiestas.
 Enviar el periódico escolar.
 Visitas del personal del colegio que se relacione más intensamente con el niño.
 Visitas escalonadas de los compañeros a su domicilio en la fase de tratamiento domiciliario, en la medida que la enfermedad y la edad de los niños lo permitan.

Estas visitas no son recomendables si el alumno muestra su rechazo a recibirlas y si su estado físico es lo desaconseja.

El niño vuelve a casa y hay de nuevo un mayor contacto con el entorno.

Una vez que se ha establecido el tratamiento que se va a seguir y que la enfermedad se encuentra controlada, el niño puede volver a casa y ser tratado mediante estancias hospitalarias cortas.

Esta fase se caracteriza por una cierta «normalización». El niño pasa períodos más largos en casa y tiene un mayor contacto con su entorno. Comienza progresivamente a retomar sus actividades habituales y aunque aún no pueda incorporarse a la escuela, conviene que participe, siempre que sea posible, en aquellas actividades que potencien la relación con sus compañeros. En algunos casos, en función del tipo de tratamiento y de la situación del niño, incluso podrá asistir de forma esporádica a la escuela.

Durante esta etapa, la colaboración y comunicación con los padres debe continuar. Es necesario que comentemos algunos aspectos que van a ser de gran relevancia en el momento en el que el niño se incorpore nuevamente a la actividad escolar.

¿Cómo favorecer el proceso educativo?

En relación al aspecto educativo deberéis manteneros en contacto e informados de la evolución educativa del alumno, bien a través de la familia, del profesor que le esté visitando en el domicilio familiar, o del profesor del hospital.

También resultará de interés revisar el historial académico del niño anterior a la enfermedad con el objetivo de valorar que problemas son o no consecuencia de la enfermedad.



¿Cómo preparar a la clase para la reincorporación del compañero?

Una vez que sepamos que el niño va a volver de una manera estable al grupo sería conveniente preparar al centro para esta vuelta. Algunas de las actividades que os proponemos estarán dirigidas a toda la comunidad escolar, mientras que otras serán apropiadas para realizar en la clase:

• Si el niño tiene más de un profesor y todavía no están informados, es conveniente hacerlo.

• Preparar un espacio de reflexión, compartido por todo el equipo docente y el gabinete psicopedagógico, adaptado a las características particulares del caso. Valorar la necesidad de comunicar la situación al resto de los profesores del centro para que preparen a sus alumnos para que no surjan problemas en los momentos de actividades comunes (recreo, salidas, etc.)

• Informar al grupo de compañeros de la incorporación y del estado en que se encuentra el niño enfermo (posibles cambios físicos, emocionales, de comportamiento, etc.)

• Prever las posibles burlas o bromas que pudieran producirse en relación a la enfermedad o al aspecto físico de su compañero.

• Es importante ayudarle pero no compadecerle.

• Interesarse por el alumno y por su estado pero no atosigarlo ni interrogarlo sobre la enfermedad.

• Ser amables.

• Comportarse con él igual que antes de la enfermedad.

• Preparar una pequeña bienvenida para animarlo en la vuelta a clase, siempre que se valore que es algo positivo para él.


La reincorporación al aula

En este momento el alumno ya puede asistir de forma continuada al colegio, aunque aún esté recibiendo tratamiento.

No existen criterios generales, la valoración del estado del niño por parte del oncólogo es lo que determinará si su condición física le permite reanudar su asistencia al centro escolar.

En algunas ocasiones, es posible que el niño aún no quiera acudir al colegio debido a su aspecto, al miedo a enfrentarse a los otros, a sentimientos de inferioridad o a sentirse diferente, al cansancio, etc. Debemos animar y orientar a la familia sobre la importancia de incorporarse a clase. En algunos casos son los padres los que se resisten a enviar al niño a la escuela por temor a las infecciones u otros posibles problemas que puedan surgir.

Sí el niño ha seguido relacionándose con sus compañeros y ha mantenido una cierta dinámica de trabajo, la reincorporación a clase será algo sencillo y deseado por todos.

Facilitar la reincorporación

 No destacarlo excesivamente.

 Exigirle como a los demás, siempre que sea posible. Le corresponden los mismos límites de comportamiento que a sus compañeros de clase (castigo cuando no cumpla las normas, recompensa ante los logros, etc.)

 Integrarle en los grupos formados.

 Ofrecerle seguridad y apoyo en los momentos difíciles en la relación con sus compañeros.

Si se producen problemas con el resto de compañeros:

Los primeros días es necesario estar atento para detectar las posibles actitudes y comportamientos negativos que pueden desatarse por parte de sus compañeros. Si aparecen, habrá que resolverlos lo antes posible. Si se detecta que el resto de los compañeros, o algunos de ellos, se burlan, humillan o aíslan al niño enfermo, debe actuarse con agilidad. Para afrontar este tipo de situaciones se pueden seguir las siguientes pautas:
Averiguar las posibles causas. Detrás de estos comportamientos puede haber razones muy diversas:

 Que los compañeros sientan que el alumno está recibiendo una atención injusta, mimos o consideraciones especiales más allá de las que son realmente necesarios.
 Que los compañeros tengan ideas erróneas sobre la enfermedad y la situación del niño. Esto suele aparecer en los casos en los que no se ha dado a los alumnos una información adecuada.
 Por ejemplo si los compañeros consideran que “el cáncer es una enfermedad contagiosa” es probable que se den conductas de aislamiento.
 Que el niño enfermo se comporte de manera que provoque el rechazo de los demás. Sin duda, para los padres del niño enfermo resulta muy difícil mantener la disciplina durante el proceso de enfermedad. Los padres pueden tratar de compensar lo que el niño está pasando con regalos o permitiéndole un comportamiento que no tolerarían en otras circunstancias. Además el miedo puede llevarles a sobreproteger al niño.
 Si los padres, de forma generalizada, han mantenido estos comportamientos durante todo el proceso de enfermedad es probable que el niño cuando vuelva al colegio presente comportamientos que provoquen el malestar de los demás (caprichos, rabietas, conductas agresivas frente a los compañeros, etc.)

Cada una de estas situaciones implicará una forma de actuación diferente.

 En el caso de que sientan que el niño está recibiendo una atención injusta es importante reflexionar para saber si tienen razón. Es posible que tu interés por ayudar al niño y por lograr que se sienta bien te esté llevando a sobreprotegerlo en exceso.
 Si no existe tal sobreprotección, explica al resto de los alumnos el porqué de tu comportamiento con el compañero enfermo. Deben quedarles claras las normas que se van a establecer, las razones que existen para ello, así como las consecuencias positivas como negativas que ese trato especial conlleva para el niño enfermo.
 En los casos en los que aparezcan ideas erróneas sobre la enfermedad, se debe ofrecer información detallada al respecto.
 En los casos en los que el comportamiento del niño provoque el rechazo de los demás es necesario que hables con el niño enfermo y que le señales cuáles de sus comportamientos no son adecuados, los efectos que dichos comportamientos tienen en el resto de compañeros, cómo debe modificarlos y qué consecuencias tendrá si no los cambia.

Favorecer el proceso educativo

Es necesario valorar la situación de tu alumno y en consecuencia tomar las decisiones
adecuadas para compensar las necesidades del niño.
En muchos casos es necesario realizar adaptaciones curriculares no significativas, reajustando los objetivos que derivan de los contenidos curriculares mínimos, una ayuda extra y una flexibilidad en la temporalización.

¿Qué hacer si aparecen necesidades educativas especiales tras la enfermedad?

También es posible que como consecuencia de la enfermedad y el tratamiento se hayan generado déficits de aprendizaje y necesidades educativas especiales. En estos casos debe realizarse una evaluación por especialistas.

Puede observarse un déficit uniforme en todas las áreas o sólo en algunas de ellas, aún cuando el esfuerzo y el empeño del niño sean cada vez mayores. Los déficits cognitivos derivados del tratamiento son múltiples y diferentes, dependiendo de cada niño, del tipo de cáncer, ubicación de las lesiones y los tratamientos recibidos.

Es importante que se realice una completa evaluación neuropsicológica y psicológica que ofrezca información sobre las capacidades preservadas, las deficitarias y los canales más efectivos para la recepción de la información y su procesamiento.

Es frecuente encontrar dificultades en la atención, memoria, razonamiento lógico-matemático, problemas para asimilar y retener información nueva, problemas de coordinación visual y motora así como hiperactividad, distracción, impulsividad, dificultad para concentrarse, completar trabajos o seguir pautas.

Estas dificultades pueden producir frustración en el alumno, al no poder responder ante las demandas académicas. También pueden manifestar baja autoestima y dificultades en las relaciones con sus compañeros.

Por todo ello es importante adecuar los objetivos a la situación del niño y tener en cuenta lo siguiente:

 Evitar las distracciones
 Durante las explicaciones, sentarle en el centro de la clase con un compañero que le sirva de apoyo
 Antes de ofrecerle información nueva asegurarse de que está preparado para atender.
 Utilizar un lenguaje claro y conciso, con frases cortas y expresiones familiares.
 Pedir al alumno que repita la información para asegurarnos que la comprensión ha sido adecuada.
 Valorar el esfuerzo del niño y reforzar sus avances así como su interés y entusiasmo.
 Prever refuerzo externo centrado en los déficits observados (actividades dirigidas a incrementar la atención capacidad de concentración, razonamiento lógico, etc.).

Mejorar la autoestima

La base del crecimiento personal es un buen nivel de autoestima. Ante todo, un niño debe quererse a sí mismo, creer en sus capacidades, aceptar sus limitaciones y errores y darse la oportunidad de ser feliz, aún estando enfermo.
Es bastante frecuente que los niños oscilen entre el complejo de inferioridad y la vanidad. También tienden a pensar que son tal y como los demás les dicen que son. Por eso conceden tantísima importancia a cualquier comentario que se les
hace sobre si mismos y a la actitud que se adopta ante ellos. Sólo cuando un niño ha aprendido a quererse puede querer a los demás y comportarse “bien”.

¿Qué se puede hacer para favorecer su autoestima?

 Escribid en una lista lo que os gusta de él, tanto ahora que está enfermo como antes del diagnóstico. Esta lista os ayudará a situar al niño en su correcta perspectiva y ver que a pesar de todo, sigue siendo el mismo.
 Transmitidle mensajes positivos, ya sean verbales o a través del lenguaje corporal (besos, abrazos, sonrisas,…).
 Hacedle saber que lo está haciendo bien (cuando corresponda), que es especial y os sentís felices de que estar con él,... Tratad de irradiar energía positiva hacia el.
 Potenciad su singularidad. Uno de los elementos de la autoestima es el reconocimiento de las propias cualidades y de la mezcla que le hace a uno ser único y singular.
 Ayudadle a afrontar las equivocaciones. Hay niños que interpretan los errores como grandes fracasos que relacionan con su manera de ser. Al hacer algo concreto con torpeza tienden a pensar que son torpes en general. Animadle ante los fallos.
 Reconoced su esfuerzo. Es muy conveniente que manifestéis vuestra alegría y admiración ante cualquier cambio o esfuerzo del niño. Por pequeño que sea, es importante que lo sepáis apreciar.
 Animadle a expresar lo que siente. No intentéis cambiar sus sentimientos. En lugar de ello, dejadle hablar de los
 mismos.
 Tened cuidado cuando habléis de el. Los niños nacen sin ideas preconcebidas acerca de lo que son o no son capaces de hacer. Aprenden a descubrir su identidad a partir de sus padres y otras personas de su entorno.
 Tratad de hablar siempre de él de una manera positiva.
 Animadle a mantener relaciones sociales.
 Debéis animar al niño a que juegue con otros niños en el hospital, cuando vuelve a casa, etc.




Mantener la disciplina

Cuando se disciplina a los niños, se les enseña a comportarse, a respetar,… y esto es igualmente importante y necesario para el niño, esté sano o enfermo. Sin embargo, las circunstancias especiales que rodean a la enfermedad pueden hacer más difícil mantener la disciplina, aunque ésta es completamente necesaria para normalizar la vida del niño.
No mantener una cierta disciplina marca más aún las diferencias entre él y sus compañeros y amigos.
Tolerar comportamientos que antes no se permitían, hacer excesivos regalos y tener atenciones especiales son algunos ejemplos de conductas frecuentes ante la enfermedad, que le llevan a pensar “que algo raro está pasando”, y que le harán sentir cierta inseguridad.


¿Qué se puede hacer para mantener la disciplina?

 Antes de nada, hablad con el médico sobre si es posible que los tratamientos que está recibiendo el alumno le hagan comportarse de forma diferente.
 Mantened las mismas normas o disciplina que antes del diagnóstico
 Transmitid al niño vuestros sentimientos y reacciones ante un comportamiento inadecuado. Explicadle lo que se espera de él.
 Enseñar y poner normas no significa castigar, pero el niño debe tener alguna sanción frente a los problemas que ocasione. Tan pronto como tenga edad de entenderlo (normalmente, suele ser a partir de los cuatro años) hay que preguntarle cómo podría arreglar la situación y cómo podría evitar que volviera a suceder en el futuro.
 En lo posible, se aconseja no castigar, y por supuesto, nunca hacerlo usando el castigo físico. Antes de plantearos si es justo castigar, preguntaos si el niño tenía claro cómo esperabais que se comportara y si, dado su nivel de madurez, podía hacerlo. Es más sabio premiar los éxitos, aprender a ser pacientes, ignorar lo que no se logra y explicar al niño lo que se espera de él que utilizar el castigo
 Si queréis que el niño “se porte mejor” (aumentar conductas saludables), permaneced atentos a las cosas que haga bien. Elogiad su comportamiento y no su personalidad.
 Premiadle ante una conducta deseable (un beso, un elogio,.. y de vez en cuando alguna sorpresa).
 Averiguad que le puede gustar al niño para premiarle.

Ante comportamientos inadecuados

 Si queréis eliminar comportamientos inadecuados, la mejor forma es pedirle que deje de comportarse así y posteriormente ignorar este comportamiento. Ahora bien, no podéis ignorar aquellas conductas que os desagraden sin prestar atención positiva a las que os agraden. Asimismo, no podéis ignorar comportamientos que puedan suponer un peligro para el niño.
 Si ignorar un comportamiento no os resulta fácil, y el chico insiste en llamar vuestra atención y en pediros algo que no estáis dispuestos a dar, podéis utilizar la “técnica del disco rayado”. No intentéis razonar con él si rechaza el “no” como respuesta. Tampoco hay que ceder. Continuad lo que estabais haciendo, dando la misma respuesta cada vez.
 A pesar de todo, hay veces que los niños, aunque saben lo que se espera de ellos y pueden hacerlo, no cumplen con lo pedido o hacen algún daño intencional. El castigo puede utilizarse, aunque no enseña al niño la conducta adecuada sino lo que no debe hacer.

Recursos y servicios

a) Asociaciones:

ASPANION (Comunidad Valenciana)

Esta asociación cuenta con varios pisos de acogida repartidos por toda la Comunidad Valenciana, hacen cenas, conciertos, convivencias, festivales, organizan cursos de formación, charlas, realizan talleres, tómbolas, etc.
http://www.aspanion.es/principal.html

RONALD MC DONALD

El tratamiento de la enfermedad requiere el traslado de una ciudad alejada al domicilio familiar, para ello la fundación proporciona un hogar de acogida para que las familias puedan hacer uso de las mismas cuando lo requieran independientemente de sus recursos económicos para poder acompañar a sus hijos en los momentos duros del tratamiento y afrontar juntos la enfermedad.
La fundación cuenta también con los siguientes recursos:
 296 casas Ronald Mc Donald.
 145 salas familiares Ronald Mc Donald.
Son salas dentro del propio hospital para las familias de los pacientes en las que pueden tomarse un respiro, en ellas pueden descansar, lavar la ropa o darse una ducha.
 39 unidades móviles.
Son vehículos que ofrecen servicios médicos, dentales y educativos a los niños desfavorecidos.
 Donaciones a otras organizaciones sin ánimo de lucro que también se dedican a las necesidades de los niños.
 Becas a estudiantes.
 Programas específicos atendiendo a la realidad de cada país.
Llevan 35 años de experiencia por todo el mundo y cuentan con 30000 voluntarios.
www.fundacionronald.org

ASION (Comunidad de Madrid)

Esta asociación organiza muchas Conferencias relacionadas con el cáncer y su repercusión tanto en el niño como en su familia.
www.asion.org

ANDEX (Andalucía)

Esta asociación realiza convivencias, retiros de fin de semana, colonias, festivales, talleres, carreras solidarias, exposiciones, etc.
http://www.andexcancer.com/

AFANION (Castilla La Mancha)

Servicios:
1. Apoyo escolar: Atención individualizada a cada niño y adolescente durante el tratamiento y en fases posteriores, cuando no pueda ser cubierto por las instituciones públicas competentes.
2. Apoyo Psicológico: Atención individual al niño a la familia, grupos para padres, para adolescentes...
3. Apoyo Social: Acogida, Información, Orientación, Valoración, Derivación, Búsqueda de Recursos, Coordinación con instituciones y organismos...
4. Apoyo Económico: Para ayudar a sufragar los gastos originados por medicación, prótesis, desplazamiento a hospitales de referencia, cuando estos no sean cubiertos por las instancias públicas o sea necesario complementarlos.
5. Actividades de Ocio y Tiempo Libre.


2. Recursos:
Afanion tiene tres sedes, contando en cada una de ellas con Trabajadora Social y Psicóloga, y en el caso de Albacete contando además con una Administrativo.
Periódicamente se celebran las Jornadas de Atención Integral al niño y adolescente con Cáncer
http://www.afanion.org

ASPANOA (Aragón)

Esta asociación está construyendo una residencia de dos plantas que servirá de alojamiento a las familias que quieran estar cerca de sus hijos durante el tratamiento.
www.aspanoa.org

AECC

Es la asociación con más recursos tanto para las familias, como para los profesionales que rodean al niño y para el propio paciente.
www.todocancer.es
www.aeccjunior.org
b) Hospitales Oncológicos en España:

o Centro Integral Oncológico Clara Campal (Madrid).

Dotado con la última tecnología y los mejores especialistas médicos, el CIOCC cuenta, en el área de prevención, con una unidad de consejo genético que ofrece a médicos y pacientes una herramienta de evaluación del riesgo de padecer cáncer, así como la posibilidad de contar con un asesoramiento genético completo.
Asimismo, el centro cuenta con la tecnología más avanzada en diagnóstico por imagen, con escáner de 64 cortes, resonancia magnética de 3 Teslas, resonancia magnética abierta de alto campo, PET-TAC, medicina nuclear y mamografía con mesa prona, que permiten la máxima definición y exactitud de todo tipo de tumores.
En lo que se refiere al tratamiento, además de las técnicas más avanzadas de radiología, el CIOCC cuenta con la unidad de investigación traslacional, que posibilita un abordaje personalizado de cada tipo de tumor. Ejemplos de servicios de máximo nivel en este sentido son la Unidad de Radiología de la Mujer o el Servicio de Oncología Radioterápica, con tres aceleradores lineales -uno de ellos casi único en España, que permite hacer cirugía intra y extracraneal-, un quirófano inteligente y braquiterapia.
Por último, el CIOCC también cuenta con un área dedicada a investigación, en la que destaca el proyecto de xenoinjertos, vinculado a la medicina traslacional, y que permite un abordaje diferencial único y personalizado de cada tumor. Junto a ésta, las otras dos áreas en las que existen más expectativas respecto a la investigación contra el cáncer son la aplicación de métodos de patología molecular, que posibilitan abordar el complejo mundo del farmacodiagnóstico de una forma eficaz y la creación de una Unidad de Fases I CIOCC-START, para acercar fármacos nuevos a nuestros pacientes.

o "Instituto Catalán Oncológico" Hospital Duran i Reynalds. Hospitalet (Barcelona)

Los Institutos del Cáncer han permitido en cualquier parte del mundo agrupar esfuerzos de clínicos, epidemiólogos, biólogos, físicos y de otros científicos básicos, y atarlos con los profesionales de la educación sanitaria, de la organización de servicios asistenciales y preventivos, de la asistencia social y las agrupaciones de voluntarios de todo tipo. En el mundo médico, esta integración de esfuerzos ha sido casi exclusiva de la disciplina oncológica y ha permitido catalizar los esfuerzos individuales de cada una de las partes.

El Instituto Catalán de Oncología nace con la ambición de continuar esta tradición. Debe ser un Instituto de vanguardia técnica, ejemplar en la atención personalizada de sus enfermos, colaborador con otros centros oncológicos en Cataluña, y posición adelantada de nuestra medicina en el mundo científico internacional.

o Centro Oncológico de Galicia (A Coruña)

Su objetivo es la lucha contra el cáncer, con actividad asistencial, docente e investigadora en el estudio y utilización de cuantas técnicas contribuyan a vencer las enfermedades oncológicas.

c) Libros y guías:

- Guías y manuales.

Educar a un niño con cáncer: guía para padres y profesores.

Esta guía resulta especialmente interesante para los padres más que para los profesores, aun que éstos encuentran toda la información sobre la enfermedad resumida en este manual y esto les ayuda a no tener que buscar información en numerosas fuentes.

Revista de la asociación infantil oncológica de la Comunidad de Madrid.

Este formato da poca información para tratar con estos alumnos, sin embargo cuenta experiencias del día a día en un hospital, hay cartas, artículos, etc.

Una guía para maestros de niños con enfermedades oncológicas.

Es una guía muy útil de apoyo al maestro en la vuelta a la escuela del niño con cáncer. Está estructurada en tres partes:
• Información básica: cuenta toda la información a cerca de los distintos tipos de cáncer infantil, de su tratamiento, de la importancia de la escuela y los educadores en el niño oncológico y cuenta con un glosario de términos al final de la guía.
• Aspectos psicológicos: es una guía para conocer el impacto de la enfermedad en el niño, cómo influye a la unidad familiar y cómo puede ayudar la escuela a superar la enfermedad.
• Incorporación del niño: habla de los periodos por los que atraviesa el niño desde que es diagnosticado hasta que vuelve a la escuela. Hace referencia también al marco legal y nos da algunas direcciones de interés.


Guía para padres y educadores de la Asociación Española Contra el Cáncer.

La AECC cuenta con estas dos guías muy completas para padres y docentes, donde además de contener información básica sobre la enfermedad da consejos y pautas de actuación.

Soy Daniel. AECC.

Esta guía esta escrita desde la visión de un adolescente con cáncer, cuenta todo el proceso desde el diagnóstico, las pruebas, el tratamiento hasta el seguimiento a largo plazo de la enfermedad.
Esto ayuda a los chicos a comprender que no son los únicos que están en esa situación y que igual que los demás ellos también pueden superar la enfermedad.

- Libros.

Berta reúne fuerzas para afrontar el cáncer. Vergés de Echenique, Paulina. Ed. Sircus. Barcelona (2001).

Es un libro que empieza de una manera muy negativa ya que cuenta lo mal que lo pasa Berta cuando le ponen tantas inyecciones y perdió el pelo a causa de la enfermedad. Todos estos factores, especialmente el último hacen que la protagonista tenga una baja autoestima.
La madre la intenta animar buscando las partes positivas de no tener pelo, como por ejemplo, que así se evita peinarse, la compara también con una princesa egipcia.
Su enfermera le propone hacer un dibujo de un árbol que en otoño se queda sin hojas y estas se concentran todas en el suelo pero al darle la vuelta al dibujo las hojas aparecen en el árbol de nuevo. Esto ayuda a la niña a entender que el pelo se le ha caído pero es algo temporal y que lo va a recuperar.
Berta vuelve al colegio y se encuentra mejor de la enfermedad pero siente mucha vergüenza por su pelo, pero lo soluciona comprándose una peluca y unos sombreros.
Al final Berta empieza a recuperar su pelo y su madre se rapa también el pelo para estar en la misma situación que su hija.
El libro acaba al final de una manera mucho más optimista. La evolución de lo negativo a lo positivo se ve también en el color de las hojas que al principio del cuento son grises y de colores tristes y apagados y al acabar son de colores alegres y vivos, empieza también con una puerta cerrada como símbolo del problema y acaba con ella abierta como símbolo de esperanza y superación.

Quimioterapia y radioterapia. AECC.

Estos dos libros explican de una manera sencilla y con unos personajes muy atractivos para los niños la enfermedad y los instrumentos y medicinas que los médicos van a utilizar para curarlos. Al final se recogen algunos juegos y actividades.

Toby y la máquina voladora. AECC

El protagonista, Toby lleva unos días mareado y pálido, después de tener un accidente con una máquina voladora que construyeron en clase lo llevan al médico a hacerse unas pruebas y descubren que su cuerpo no funciona bien.
Toby tiene que quedarse una temporada ingresado en el hospital y nos cuenta cómo pasa su tiempo con los compañeros del aula hospitalaria.
Al final, el protagonista es visitado por sus amigos que va a verlo en la máquina voladora. Supera la enfermedad y vuelve a casa.

La mejor medicina. AECC

El libro cuenta la historia de Clara, una niña con cáncer. Se centra principalmente en la repercusión que eso tiene en la escuela, tanto en ella como en sus compañeros y profesores.

Algún día, Irina. Carbonell, Rosa Mª. Editorial Grijalbo, 2003.


Es el relato de una madre que cuenta como fue la experiencia de la hija, enferma de cáncer. Se trata de un libro de autoayuda y superación.

d) Juegos

En la página web de la AECC www.aeccjunior.org hay numerosos juegos para todas las edades. Hay juegos de poco interés educativo pero son entretenidos para los niños (memorys, matar a las células enfermas, etc.). Sin embargo, hay otros de un mayor interés pedagógico en los que el alumno se puede sentir identificado con los protagonistas del juego y a la vez aprender cosas sobre la enfermedad.

sábado, 8 de mayo de 2010

Parálisis Cerebral


La paralisis cerebral (PC) es la discapacidad infantil más común. La paralisis cerebral es un trastorno permanente y no progresivo que afecta a la psicomotricidad del paciente. En un nuevo consenso internacional, se propone como definición: “La parálisis cerebral describe un grupo de trastornos del desarrollo psicomotor, que causan una limitación de la actividad del enfermo, atribuida a problemas en el desarrollo cerebral del feto o del niño. Los desórdenes psicomotrices de la parálisis cerebral están a menudo acompañados de problemas sensitivos, cognitivos, de comunicación y percepción, y en algunas ocasiones, de trastornos del comportamiento”. Las lesiones cerebrales de la PC ocurren desde el período fetal hasta la edad de 3 años. Los daños cerebrales después de la edad de 3 años hasta el período adulto pueden manifestarse como PC, pero, por definición, estas lesiones no son PC.

La incidencia de la enfermedad en países desarrollados es de aproximadamente 2-2,5 enfermos por cada mil nacimientos. Esta incidencia no ha bajado en los últimos 60 años a pesar de los avances médicos como la monitorización de las constantes vitales de los fetos. La Parálisis cerebral no tiene cura conocida; la intervención medica aparece como una ayuda. Estos tratamientos para el desarrollo personal del paciente se introducen en su vida diaria hasta su muerte.

La parálisis cerebral es un término que agrupa un grupo de diferentes condiciones. Hay que tener en cuenta que no hay dos personas con parálisis cerebral con las mismas características o el mismo diagnóstico. La Parálisis cerebral esta dividida en cuatro tipos, que describen los problemas de movilidad que presentan. Esta división refleja el área del cerebro que está dañada. Las cuatro clasificaciones son: Espástica, Atetoide, Atáxica y Mixta.


Las causas que producen la parálisis cerebral van a depender y a variar de un caso a otro, por tanto no puede ni debe atribuirse a un factor único, aunque todos desarrollan como determinante común, la deficiente maduración del sistema nervioso central.

La parálisis cerebral puede producirse tanto en el período prenatal como perinatal o postnatal. Teniendo el límite de manifestación transcurridos los cinco primeros años de vida.

1.En el período prenatal, la lesión es ocasionada durante el embarazo y pueden influir las condiciones desfavorables de la madre en la gestación. Suele ocasionar el 35% de los casos.
Los factores prenatales que se han relacionado son las infecciones maternas (sobre todo la rubéola), la radiación, la anoxia (déficit de oxígeno), la toxemia y la diabetes materna.

2.En el período perinatal, las lesiones suelen ocurrir en el momento del parto. Ocasionan el 55% de los casos, y las causas más frecuentes son: anoxia, asfixia, traumatismo por fórceps, prematuridad, partos múltiples, y en general, todo parto que ocasiona sufrimiento al niño.
3.En el período postnatal, la lesión es debida a enfermedades ocasionadas después del nacimiento. Corresponde a un 10% de los casos y puede ser debida a traumatismos craneales, infecciones, accidentes vasculares, accidentes anestésicos, deshidrataciones, etc…

Según donde se localice la lesión cerebral se clasifican en:

- Espástico: este es el grupo más grande; alrededor del 75% de las personas con dicha discapacidad presentan espasticidad, es decir, notable rigidez de movimientos, incapacidad para relajar los músculos, por lesión de la corteza cerebral que afecta los centros motores.
Los síntomas más frecuentes son: hipertonía, hiperreflexión e hiperextensión. La lesión está localizada en el haz piramidal.

- Atetósico: en esta situación, la persona presenta frecuentes movimientos involuntarios que interfieren con los movimientos normales del cuerpo. Se producen por lo común, movimientos de contorsión de las extremidades, de la cara y la lengua, gestos, muecas y torpeza al hablar. Las afecciones en la audición son bastante comunes en este grupo, que interfieren con el desarrollo del lenguaje. La lesión de los ganglios basales del cerebro parece ser la causa de esta condición. Menos del 10% de las personas con parálisis cerebral muestran atetosis. La lesión está localizada en el haz extrapiramidal.

- Atáxico: en esta condición la persona presenta mal equilibrio corporal y una marcha insegura, y dificultades en la coordinación y control de las manos y de los ojos. La lesión del cerebro es la causa de este tipo de parálisis cerebral, relativamente rara. La lesión está localizada en el cerebelo.

- Formas mixtas: es raro encontrar casos puros de espasticidad, de atetosis o de ataxia. Lo frecuente es que se presente una combinación de ellas.

La parálisis cerebral no se puede curar. Pero si la persona afectada recibe una atención adecuada que le ayude a mejorar sus movimientos (entre más pequeño sea el paciente se ha demostrado una mayor respuesta al tratamiento), que le estimule su desarrollo intelectual, que le permita desarrollar el mejor nivel de comunicación posible y que estimule su relación social, podrá llevar una vida plena. Se aconseja la asistencia a escuelas regulares.

Tradicionalmente se admite que son cuatro los pilares del tratamiento de la parálisis cerebral:

- la fisioterapia,
- la terapia ocupacional,
- la educación compensatoria y
- la logopedia.



PRESENTACIÓN DE UN CASO CLÍNICO:

Nos encontramos ante un niño de cuatro años al cual se le diagnostica un retraso psicomotor severo secundario a la P.C.I .
Las secuelas más importantes que presenta son: epilepsia generalizada y ausencia de respuesta visual en hemisferio izquierdo, tetraplejía mixta (hipotónica-espástica) severa, trastornos visuales, períodos de irritabilidad, dificultad en la alimentación (reflejo de mordida), rechazo a aceptar texturas y sabores nuevos, alteraciones del sueño.

En nivel actual de competencias que presenta en las áreas motora, logopédica y de aprendizaje es el siguiente:

 Área motriz.

- Tolera bien el decúbito supino y el prono, menos los decúbitos laterales por excesiva abducción de MMII.

- No volteo, no reptación, no sedestación, no bipedestación.

- Utiliza lecho postural para su silla de ruedas.

 Área Logopédica.

- Alimentación: presenta graves problemas en la succión, deglución. No mastica, no bebe en vaso.

- Grave retraso del lenguaje a nivel expresivo (llanto, risa, algún grito, gestos y movimientos) y comprensivo (entiende una prohibición y alguna orden sencilla concreta).

- Graves problemas de la musculatura oral: persiste el reflejo de mordida, alteración del tono en labios y lengua y escaso movimiento de la mandíbula.

 Área aprendizaje.

- Presenta un nivel cognitivo de una edad de desarrollo aproximada de 3 meses y medio.

En cuanto al grado de dependencia del adulto, es totalmente dependiente en las actividades, dado sus problemas motrices, cognitivos y comunicativos.

Programación logopédica aplicada al caso clínico.

En el área de comunicación y logopedia, se ha de trabajar de manera individual, la deglución y la emisión de sonidos.

A continuación, explicamos la programación de uno de los talleres que podríamos llevar a cabo, el procedimiento metodológico, materiales, actividades, objetivos…



Taller individual

 Objetivos de comunicación

1. Desarrollar progresivamente las conductas comunicativas previas al lenguaje:

*imitación vocálica: a, e, i, o u

2. Comunicarse con los demás, utilizando el lenguaje oral y/o corporal, dependiendo de sus posibilidades, para expresar sentimientos, necesidades, deseos, emociones,…

3. Colaborar y/o realizar las actividades para ejercitar los órganos del lenguaje:

*Ejercitación de los órganos de la articulación:

• Colabora y/o realiza actividades labiales, linguales y de mandíbula.
• Siente movilizaciones pasivas labiales, linguales y mandíbula.


4. Comprender las intenciones y mensajes que le comunican otros niños y adultos:

*Comprensión de los mensajes orales y/o corporales que le mandan otros niños y adultos.

• Responde a instrucciones.
• Entiende la afirmación y la negación.

5. Escuchar canciones y cuentos:

*Atención de cuentos y canciones.

• Presta atención ante un cuento o canción


 Objetivos alimentación

1. Inhibir reflejo de mordida.
2. Mejorar la ingesta de líquidos.
3. Mejorar ingesta de sólidos.

 Metodología

Trabajaremos en este taller la comunicación y deglución atípica.
Todos los días seguimos una misma pauta de actuación:

1. Relajación.
2. Fonación.
3. Deglución.

1. Relajación

1.1 En cuanto a la relajación, utilizamos técnicas de relajación pasiva, mediante masajes en la cara y cintura escapular.
Colocamos al niño sentado sobre nuestras rodillas para que se vaya acostumbrando a esta postura que facilita tanto la articulación oral como la deglución de alimentos y líquidos.

Nuestra mano izquierda la ponemos sujetando su cuello ya que no mantiene control cefálico. En esta posición comenzaremos el masaje pasándole un instrumento de masaje por la cara, suavemente, con movimientos circulares, por la frente, la nariz, las mejillas y alrededor de los labios intentando, mientras pasamos el aparato masajeador rodeando los labios, que el niño consiga cerrar así la boca, repitiendo seguidamente los movimientos anteriores.

Seguidamente masajeamos la misma zona con las manos, también realizando movimientos circulares y seguiremos masajeando el cuello de arriba abajo a ambos lados hasta los hombros, ídem por delante y por detrás del cuello, ídem con el cuello girado lateralmente, insistiendo en la zona del esternocleidomastoideo.
En esta etapa, como necesitamos ambas manos para realizar los ejercicios, una de las piernas las subimos, vertical al suelo, para así sujetar la cabeza del niño.
Mientras le realizamos la relajación, no hay que mantenerse callado sino que le contaremos lo que estamos haciendo, para qué se lo hacemos, lo que haremos después… le hacemos preguntas…


1.2 A continuación nos centramos en la relajación de los labios mediante ejercicios pasivos de los labios (estirar y fruncir).

- Realizamos movimientos circulares y con una ligera presión sobre el orbicular de los labios, tanto en la rama superior como en la inferior.
Combinamos dichos movimientos circulares con pequeños estiramientos de ambos labios y en todas direcciones.

- Cogemos fuertemente los labios pinzándolos con los dedos y estirándolos.
Primero, cogemos el labio superior y lo estiramos hacia abajo cubriendo el inferior. A continuación, realizamos estiramientos hacia fuera y en todas direcciones.

Estos ejercicios pasivos van destinados a la relajación de toda la zona oral y perioral para conseguir la vocalización de sonidos y fonemas, además de preparar la zona para la masticación y deglución.


2. Fonación

A continuación, le pedimos que emita algún sonido o el fonema /a/ que sabemos que puede decirlo de manera clara. Se pronuncian sonidos en la oreja del niño, y se estimula a éste para que los repita. Para conseguirlo, ya que a veces le resulta dificultoso, le hacemos todo tipo de preguntas; por ejemplo: “cómo ha ido el fin de semana, fuiste a algún sitio con los papás, escuchaste algún cuento…” Así, pronto o tarde, pronunciará un sonido. En cuanto emita cualquier sonido lo celebramos, una simple sonrisa debe ser recompensada.

Cuando nuestro paciente emite la vocal /a/ además de ser una emisión retrasada, debido esto a un asincronismo entre la espiración y el funcionamiento de las cuerdas vocales, la intensidad de la voz suele ser débil o decae rápidamente después del principio del sonido, debido a la vibración insuficiente de las cuerdas vocales.

Para conseguir que el niño logre producir la voz recurrimos, al igual que en el taller de logopedia, al movimiento.
Aprovechamos las espiraciones bucales asociadas al sonido (vocales) empujando suavemente con la mano, plana, haciéndola vibrar con la mayor rapidez posible, sobre el diafragma y el pecho.


1. Deglución.

En el examen de deglución:
- En primer lugar, observamos la deglución de la saliva.
- Después, degluciones con líquidos, observando su patrón deglutorio.
- Repetimos la operación mientras mastica algún alimento sólido.

Hemos observado que presenta problemas en la deglución. No mastica ni es capaz de beber en vaso, todo esto unido a sus graves problemas de la musculatura oral: persiste el reflejo de mordida, alteración del tono en labios y lengua y escaso movimiento de la mandíbula.

Debemos corregir las alteraciones de la mandíbula ejercitando un control de ésta con el fin de facilitar la alimentación y la verbalización.

Algunos ejercicios para facilitar ese control:

-. Sujetamos la mandíbula del niño con la mano derecha, aplicando el dedo pulgar sobre la articulación de la mandíbula, el dedo índice entre el mentón y el labio inferior y el dedo corazón debajo del mentón, ejerciendo entonces una presión constante.

-. Si lo colocamos de frente al logopeda, ejercitamos también presión constante con
la mano derecha sobre la mandíbula infantil, situando el dedo pulgar entre el mentón y el labio inferior, el dedo índice sobre la articulación de la mandíbula, y el dedo corazón debajo del mentón.


Mientras realizamos dichos ejercicios, sostenemos con la mano izquierda la cabeza del niño, manteniéndola recta y con el cuello ligeramente inclinado. El niño rehúsa las primeras tentativas, pero es preciso darle tiempo para que se vaya adaptando, y pronto se descubrirá que, poco a poco, acepta la ayuda.


- Mejorar la ingesta de líquidos y sólidos

Líquidos: Trabajamos la deglución de una pequeña cantidad de agua que le vamos introduciendo poco a poco en la cavidad bucal mediante una jeringa.

Sólidos: Trabajamos la deglución de sólidos mediante un taco de jamón. Cortamos un trozo alargado del tamaño de un dedo. Sosteniéndolo por una parte, introducimos la otra en la boca del niño, el cual, controlándole la mandíbula, lo masticará y extraerá su jugo. Al mismo tiempo aprende a tragar.

Si durante el tratamiento, el niño traga un trozo de jamón y se atraganta, habrá que enderezarlo prontamente a la posición adecuada. Se evitará darle golpecitos en la espalda, ya que esto puede provocar una inhalación y, como consecuencia, una aspiración.


Materiales usados en el taller: colchoneta, cuña, radio-cassette, juguetes, hamaca, cintas de cuentos, música, aparatos de relajación, vaso, jeringa, trozo de jamón., botella


Conclusiones

En la parálisis cerebral infantil existe un problema neurológico de base que incidirá en los posibles problemas del lenguaje.
El tratamiento de los problemas de lenguaje en la parálisis cerebral es una actividad compleja por la gran diversidad de variables implicadas en función de la gravedad del cuadro.

Será importante que el tratamiento del lenguaje empiece lo más precozmente posible.
En general, el tratamiento será multidisciplinario, es decir, que no se trabajará solamente la fonética… sino que lo más probable es que sean múltiples los aspectos a trabajar.

La gravedad del problema implicará que los tratamientos sean largos, en los que la colaboración del individuo será de gran importancia
Es muy importante saber diferenciar los aspectos fundamentales a trabajar en cada etapa del desarrollo, así como la aplicación correcta de las técnicas, en ocasiones muy especializadas.

En general, el tratamiento irá encaminado a conseguir una comunicación fluida que a perfeccionar mucho los mecanismos de articulación, de voz, etcétera.

El saber combinar los aspectos individuales del tratamiento con los familiares, escolares y sociales será importante para conseguir una mejor evolución del lenguaje.
Conforme aumente la variedad de situaciones psicolingüísticas y las exigencias sociales, puede empeorar el habla, por eso el logopeda debe controlar la evolución del lenguaje y la capacidad de expresión de expresión del individuo durante mucho tiempo, y en ocasiones con controles periódicos, aunque haya terminado la fase de entrenamiento.

domingo, 2 de mayo de 2010

Síndrome de Guillain- Barré


¿Qué es el Síndrome de Guillain-Barré?

El Síndrome de Guillain-Barré es un trastorno en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a parte del sistema nervioso periférico. Los primeros síntomas de esta enfermedad incluyen distintos grados de debilidad o sensaciones de cosquilleo en las piernas. En muchos casos, la debilidad y las sensaciones anormales se propagan a los brazos y al torso. Estos síntomas pueden aumentar en intensidad hasta que los músculos no pueden utilizarse en absoluto y el paciente queda casi totalmente paralizado. En estos casos, el trastorno pone en peligro la vida - potencialmente interfiriendo con la respiración y, a veces, con la presión sanguínea y el ritmo cardíaco - y se le considera una emergencia médica. El paciente es colocado a menudo en un respirador para ayudarle a respirar y se le observa de cerca para detectar la aparición de problemas, tales como ritmo cardíaco anormal, infecciones, coágulos sanguíneos y alta o baja presión sanguínea. La mayoría de los pacientes se recuperan, incluyendo a los casos más severos del Síndrome de Guillain-Barré, aunque algunos continúan teniendo un cierto grado de debilidad.
El Síndrome de Guillain-Barré puede afectar a cualquier persona. Puede atacar a la persona en cualquier edad y ambos sexos son igualmente propensos al trastorno. El síndrome es raro y aflige sólo a una persona de cada 100,000. Generalmente, el Síndrome de Guillain-Barré ocurre unos cuantos días o una semana después de que el paciente ha tenido síntomas de una infección viral respiratoria o gastrointestinal. Ocasionalmente, una cirugía o una vacuna pueden desencadenar el síndrome. El trastorno puede aparecer en el curso de varias horas o varios días o puede requerir hasta 3 ó 4 semanas. La mayoría de las personas llegan a la etapa de mayor debilidad dentro de las 2 primeras semanas de la aparición de los síntomas y, para la tercera semana de la enfermedad, un 90 por ciento de los pacientes están en su punto de mayor debilidad.

¿Qué ocasiona el Síndrome de Guillain-Barré?


Nadie conoce aún por qué el Síndrome de Guillain-Barré ataca a algunas personas y a otras no. Ni nadie sabe qué exactamente desencadena la enfermedad.
Lo que los científicos sí saben es que el sistema inmunológico del cuerpo comienza a atacar al propio cuerpo, lo que se conoce como una enfermedad autoinmunológica. Comúnmente, las células del sistema inmunológico atacan sólo a material extraño y a organismos invasores. En el Síndrome de Guillain-Barré, no obstante, el sistema inmunológico comienza a destruir la cobertura de mielina que rodea a los axones de muchos nervios periféricos, o incluso a los propios axones (los axones son extensiones delgadas y largas de las células nerviosas que transmiten las señales nerviosas). El recubrimiento de mielina que rodea al axón acelera la transmisión de las señales nerviosas y permite la transmisión de señales a través de largas distancias.
En enfermedades en las que los recubrimientos de mielina de los nervios periféricos son lesionados o quedan afectados, los nervios no pueden transmitir señales con eficiencia. A ello se debe el que los músculos comiencen a perder su capacidad de responder a los mandatos del cerebro, mandatos que han de transportarse a través de la red nerviosa. El cerebro también recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo, resultando en una incapacidad de sentir las texturas, el calor, el dolor y otras sensaciones. Como alternativa, el cerebro puede recibir señales inapropiadas que resultan en cosquilleo de la piel o en sensaciones dolorosas. Debido a que las señales que van hacia y vienen desde los brazos y las piernas han de recorrer largas distancias, son las más vulnerables a interrupción. Por tanto, las debilidades musculares y las sensaciones de cosquilleo aparecen inicialmente en las manos y en los pies y progresan hacia arriba.
Cuando el Síndrome de Guillain-Barré va precedido de una infección viral, es posible que el virus haya cambiado la naturaleza de las células en el sistema nervioso por lo que el sistema inmunológico las trata como células extrañas. También es posible que el virus haga que el propio sistema inmunológico sea menos discriminador acerca de qué células reconoce como propias, permitiendo a algunas de las células inmunológicas, tales como ciertas clases de linfocitos, atacar la mielina. Los científicos están investigando éstas y otras posibilidades para determinar por qué el sistema inmunológico funciona mal o es perturbado en el Síndrome de Guillain-Barré y otras enfermedades inmunológicas. La causa y la trayectoria del Síndrome de Guillain-Barré es un área activa de investigación neurológica e incorpora los esfuerzos de colaboración de los científicos neurológicos, inmunológicos y virólogos.

¿Cómo se diagnostica el Síndrome de Guillain-Barré?


El Síndrome de Guillain-Barré se denomina síndrome más que enfermedad porque no está claro el que entre en juego un agente patógeno concreto. Un síndrome es una condición médica caracterizada por un cúmulo de síntomas (lo que siente el paciente) y signos (lo que el médico puede observar o medir). Los signos y síntomas del síndrome pueden ser bastante variados, por lo que los médicos pueden, en raras ocasiones, encontrar difícil diagnosticar el Síndrome de Guillain-Barré en sus primeras etapas.
Varios desórdenes tienen síntomas similares a los que se encuentran en el Síndrome de Guillain-Barré, por lo que los médicos examinan e interrogan a los pacientes cuidadosamente antes de hacer un diagnóstico. Colectivamente, los signos y síntomas forman un cierto patrón que ayuda a los médicos a diferenciar el Síndrome de Guillain-Barré de otros desórdenes. Por ejemplo, los médicos observarán si los síntomas aparecen en ambos lados del cuerpo (lo más común en el síndrome de Guillain-Barré) y la velocidad con la que aparecen los síntomas (en otros desórdenes, la debilidad muscular puede progresar a través de meses en vez de días o semanas). En Guillain-Barré los reflejos, tales como la reacción de la rodilla al golpearla, usualmente desaparecen. Debido a que las señales que viajan a través del nervio son más lentas, una prueba de velocidad de la conducción nerviosa (NCV) puede ayudar al médico en el diagnóstico. En los pacientes del Síndrome de Guillain-Barré, el líquido cerebroespinal que baña la
médula espinal y el cerebro contiene más proteína de lo normal. Por lo tanto, un médico puede decidir hacer una punción lumbar, un procedimiento en el que el médico inserta una aguja en la parte inferior de la espalda del paciente para sacar líquido cerebroespinal de la columna espinal.

¿Cómo se trata el Síndrome de Guillain-Barré?

No hay una cura conocida para el Síndrome de Guillain-Barré. Sin embargo, hay terapias que reducen la gravedad de la enfermedad y aceleran la recuperación en la mayoría de los pacientes. Hay también cierto número de formas de tratar las complicaciones de la enfermedad.
Por lo general, la plasmaféresis y la terapia de inmunoglobulina de alta dosis son los remedios utilizados. Ambos son igualmente eficaces, pero la inmunoglobulina es más fácil de administrar. La plasmaféresis es un método mediante el cual se saca sangre entera del cuerpo y se procesa de forma que los glóbulos blancos y rojos se separen del plasma o la porción líquida de la sangre. Las células de la sangre se devuelven luego al paciente sin el plasma, el cual el cuerpo sustituye rápidamente. Los científicos no conocen todavía exactamente por qué funciona la plasmaféresis pero la técnica parece reducir la gravedad y duración del episodio de Guillain-Barré. Esto quizás se deba a que la porción del plasma de la sangre contiene elementos del sistema inmunológico y puede ser tóxico para la mielina.
En la terapia de inmunoglobulina de alta dosis, los médicos administran inyecciones intravenosas de proteína que, en cantidades pequeñas, el sistema inmunológico utiliza naturalmente para atacar a los organismos invasores. Los investigadores han descubierto que la administración de altas dosis de estas inmunoglobulinas, derivadas de un conjunto de miles de donantes normales, a pacientes de Guillain-Barré puede reducir el ataque inmunológico sobre el sistema nervioso. Los investigadores no conocen por qué o cómo funciona esto, aunque se han propuesto varias hipótesis.
También se ha probado el uso de hormonas esteroides como forma de reducir la gravedad de Guillain-Barré, pero los estudios clínicos controlados han demostrado que este tratamiento no sólo no es eficaz, sino que puede incluso tener un efecto perjudicial sobre la enfermedad.
La parte más crítica del tratamiento de este síndrome consiste en mantener el cuerpo del paciente funcionando durante la recuperación del sistema nervioso. Esto puede requerir a veces colocar al paciente en un respirador, un monitor del ritmo cardíaco u otras máquinas que ayudan a la función corporal. La necesidad de esta maquinaria compleja es una de las razones por la que los pacientes del Síndrome de Guillain-Barré son tratados usualmente en los hospitales, a menudo en la sala de cuidados intensivos. En el hospital, los médicos también pueden tratar de detectar y tratar muchos problemas que pueden surgir en cualquier paciente paralizado - complicaciones tales como la pulmonía o lesiones producidas por postración prolongada en cama.
A menudo, incluso antes de que comience la recuperación, se les dan instrucciones a las personas que cuidan a estos pacientes para que muevan manualmente las extremidades de los pacientes para ayudar a mantener flexibles y fuertes los músculos. Posteriormente, a medida que el paciente comienza a recuperar el control de las extremidades, comienza la terapia física. Ensayos clínicos cuidadosamente planificados de terapias nuevas y experimentales son la clave para mejorar el tratamiento de los pacientes con el Síndrome de Guillain-Barré. Dichos ensayos clínicos comienzan con la investigación básica y clínica, durante la cual los científicos trabajan en colaboración con profesionales clínicos, identificando nuevos enfoques para tratar a los pacientes con esta condición.

¿Cuál es la perspectiva a largo plazo?

El Síndrome de Guillain-Barré puede ser una condición médica devastadora debido a la rapidez y a la inesperada aparición. Además, la recuperación no es necesariamente rápida. Tal como se advirtió anteriormente, los pacientes usualmente llegan al punto de mayor debilidad o parálisis días o semanas después de ocurrir los primeros síntomas. Los síntomas se estabilizan luego a este nivel por un periodo de días, semanas o, a veces, meses. El periodo de recuperación puede ser tan corto como unas cuantas semanas o tan largo como unos cuantos años. Un 30 por ciento aproximadamente de quienes tienen Guillain-Barré aún sufren una debilidad residual después de 3 años de la enfermedad. Un 3 por ciento puede sufrir una recaída de la debilidad muscular o sensaciones de cosquilleo muchos años después del ataque inicial.
Los pacientes que desarrollan el Síndrome de Guillain-Barré afrontan no sólo dificultades físicas sino también periodos dolorosos emocionalmente. A menudo, es sumamente difícil para los pacientes ajustarse a una parálisis repentina y a la dependencia de otros para ayuda con actividades diarias rutinarias. Los pacientes a veces necesitan asesoramiento psicológico para ayudarles a adaptarse a las limitaciones que les presenta esta condición.

sábado, 24 de abril de 2010

La dislalia


Introducción

La dislalia no es muy difícil de ser diagnostica en un niño. Cuando un niño con más de 4 años pronuncia mal las palabras, no logrando una articulación correcta de las sílabas, el entorno familiar, así como el educativo del niño, lo notará. Al principio, muchos intentarán ayudarlo, corrigiendo su forma de hablar, mas sin un tratamiento orientado y especializado, es muy difícil, ya en esta etapa, solucionar el problema de una forma casera.

Consecuencias para un niño con dislalia

La dislalia suele ser detectada en los primeros años del niño, y aunque no representen gravedad es conveniente corregirlas lo antes posible, para evitar problemas de conducta y de comportamiento en los niños. Un diagnóstico temprano de esta dificultad en el habla del niño es sumamente importante porque muy a menudo otros niños se ríen del defecto de articulación e imitan de forma ridícula y de burla, la forma de hablar del niño con dislalias. Eso puede agravar el problema del niño, causándole trastornos en su personalidad, inseguridad, baja autoestima, problemas de comunicación con su entorno, y otras dificultades que pueden alterar su aprendizaje escolar.

La intervención de un especialista

Es conveniente saber que los niños con dislalias necesitan tratamiento con un especialista que aplicará el tratamiento adecuado, con la ayuda de juegos y mucha colaboración de la familia. Y que la dislalia es un problema que no desaparece sin la intervención de un especialista.

La intervención de un especialista que tiene como meta a que el niño aprenda a articular los sonidos correctamente, empieza con una evaluación del nivel articulatorio del niño, y un programa basado en los siguientes pasos:

1- Estimulación de la capacidad del niño para producir sonidos, reproduciendo movimientos y posturas, experimentando con las vocales y las consonantes. Se le enseñará a comparar y diferenciar los sonidos.

2- Estimulación de la coordinación de los movimientos necesarios para la pronunciación de sonidos: ejercicios labiales y linguales. Se enseña al niño las posiciones correctas de los sonidos más difíciles.

3- Realización de ejercicios donde el niño debe producir el sonido dentro de sílabas hasta que se automatice el patrón muscular necesario para la articulación del sonido.

4- Al llegar a este punto, el niño estará preparado para empezar con las palabras completas, a través de juegos.

5- Una vez que el niño es capaz de pronunciar los sonidos difíciles, se tratará que lo realice fuera de las sesiones, es decir, en su lenguaje espontáneo y no solo en las sesiones terapéuticas.

El tratamiento consiste en ejercitar la musculatura que está interviniendo en la producción de los sonidos. La terapia se centra en juegos que facilitan la adquisición de las habilidades necesarias. Requiere implicación y participación tanto del niño como de su familia, para que el proceso pueda ser seguido y complementado por ellos en casa.

Cuando la causa del trastorno viene por malformaciones físicas se requerirá un procedimiento médico para ayudar al niño a que supere las dificultades en el desarrollo de las capacidades del habla. Cuando la causa del trastorno es por retrasos fonológicos, será necesaria una intervención educativa especializada para conseguir la adquisición de las habilidades para producir los sonidos del habla de forma completa.

Hay casos, como los del frenillo lingual que se necesita de una intervención quirúrgica.

domingo, 18 de abril de 2010

Mutismo Electivo


Algunos niños no se resisten a ir a la escuela, como los que sufren fobia escolar, pero aunque asisten a ella no se comunican verbalmente con los otros compañeros. El niño que tiene ese problema habla en casa, pero no lo hace con sus compañeros ni con los adultos de la escuela. Algunos se niegan a hablar durante muchos años, a pesar de lo cual parece que aprenden.
Los maestros informan que responden a textos impresos y, a veces, contestan “si” o “no” con un movimiento de cabeza o señalando con el dedo.
Aunque no se sabe porqué los niños manifiestan tal conducta, es imaginable que en principio el silencio se utiliza ya sea como mecanismo de defensa o de trato. Esos niños ven la escuela como algo aversivo y temible. Al no comunicarse, disminuye en cierto grado la angustia en la situación escolar. Sin embargo, aunque la ansiedad tiende a disminuir después de algunos meses en el colegio, la conducta persiste. Es posible que esto suceda porque maestros y alumnos suelen reforzar el silencio prestándole atención al niño. El silencio incita a muchas personas a ver si pueden inducir al niño a hablar, con lo cual le prestan más atención todavía. El refuerzo también puede estar en la evasión de responsabilidades escolares.

Es difícil dar orientaciones válidas para todos los casos, especialmente en casuística tan compleja como la presente. Por ello recomendamos que se tomen con prudencia las recomendaciones que siguen puesto que quizá no sean del todo aplicables a todos los niños. Hay que entender que el mutismo electivo puede obedecer a multitud de causas, coincidentes en su mayoría en su aspecto afectivo, y que es un problema de la vida relacional e íntima del niño.

El profesor deberá juzgar si las características del niño permiten seguir las siguientes recomendaciones:

• No presionar al niño/a de una forma directa a que hable. Es preferible provocar situaciones a lo sumo realizar intentos esporádicos ( dos o tres cada día ) de incitación, de forma tranquila e indiferente solicitando emisiones muy breves ( p.e.: si o no ).

• Si el alumno no se comunica de ninguna manera es útil dejarle utilizar el lenguaje gestual. Posteriormente se habrá de trabajar para que lo suprima.

• Si el alumno utiliza ya el lenguaje gestual, hacerse el desentendido y comunicarle que es imposible saber lo que quiere.

• No exagerar los contactos afectivos, hacerlo de forma natural, ya que algunos de estos niños pueden temer el contactofísico o afectivo o sentirse mal al quedar como centro de la atención, al ser elogiado o acariciado de forma espectacular delante de sus compañeros.

• Tener en cuenta las necesidades afectivas de estos niños.

• Premiar cualquier intento de comunicación, por mínimo que este sea, desde un susurro a una mirada.

• No hablar por el niño, ni dejar que ningún compañero lo haga por él.

• Tratar al alumno normalmente responsabilizandolo de sus acciones como a cualquier otro. Es decir, no superprotegerlo. No prestarle más atención que a cualquier alumno de la clase.

• No permitir burlas o desprecios por parte de sus compañeros.

• Procurar que el ambiente escolar sea especialmente agradable.

• No hacer comentarios que aludan al tema en presencia del niño.


PAUTAS Y ORIENTACIONES PARA LA ESCUELA

Partiendo del concepto de mutismo como un miedo exagerado a hablar, se entiende que una de las maneras de superarlo consiste en afrontar las situaciones socio comunicativas que lo provocan. Dado que en la escuela se producen gran cantidad de situaciones de este tipo, será uno de los entornos prioritarios en los que se debe centrar la intervención.
La tarea fundamental del profesorado y especialmente del tutor del niño será, por una parte, la de establecer una vinculación afectiva positiva con el niño que le aporte la seguridad suficiente para enfrentarse a las situaciones, y por otra parte, la de diseñar y planificar actividades de clase que requieran de una comunicación verbal. Estas actividades deberán estar graduadas en función del habla que se requiera en la situación comunicativa, para ello tendremos que manejar aspectos tales como la longitud de la frase, el tono de emisión, el número de personas presentes, la elaboración del contenido.

A) Pautas para mejorar las condiciones personales y sociales
• Posibilitar en las dinámicas del aula la planificación y el diseño de actividades en grupo (juego social y trabajo cooperativo, etc).

• Evitar la sobreprotección, no haciendo las tareas que el niño puede hacer.

• Asignar pequeñas tareas de responsabilidad dentro del aula y del centro educativo ajustadas a la edad (hacer recados, repartir/recoger material, borrar la pizarra, pedir fotocopias al conserje…).

• Aumentar el control del adulto en la interacción escolar con el fin de evitar el aislamiento del alumno y la existencia de tiempos en los que la actividad depende de su propia iniciativa.

• Incrementar dentro de la programación de aula las actividades que impliquen contacto físico entre los niños (hacerse cosquillas, formar “montones”, darse abrazos…).

• Crear un clima de seguridad, aceptación y confianza en el aula favorable a la comunicación verbal.

• Introducir actividades de relajación de forma habitual tanto con el alumno como con todo el grupo.

• Programar tiempos de coordinación de todo el profesorado que interviene en la atención educativa del grupo al que pertenece el alumno.

• Mantener estrecha relación con la familia para el trasvase de información y el ajuste de las pautas y estrategias a implantar en el ámbito familiar.
B) Pautas específicas para la estimulación del habla
• Buscar y compartir momentos de comunicación con el alumno para el desarrollo de una vinculación afectiva y comunicativa.

• Realizar juegos en los que el profesor participe con el alumno (juegos de movimiento, de mímica, verbales, de turnos…).

• Planificar y diseñar actividades y juegos de preparación al habla que no exijan interacción verbal, pero sí comunicación corporal y producción de sonidos.
- Juegos de movimiento corporal (imitación de gestos, adivinar objetos o acciones mediante mímica, dirigir a un compañero con los ojos vendados…).
- Juegos de producción de sonidos corporales (palmadas, soplidos, golpes con pies…).
- Juegos con sonidos inarticulados y articulados (encadenamiento de sonidos, gradación de sonido, asociación de sonidos a movimientos,..)
• Tener en cuenta al planificar las actividades de juego el número de niños participantes, empezando con grupos muy reducidos (parejas y tríos) y ampliando progresivamente el número.

• Ofrecer ayudas al alumno en los inicios de la actividad a través de un compañero o del propio profesor, para la incorporación a la misma con el fin de evitar la tendencia al aislamiento y a la no participación.

• Realizar actividades y juegos de habla enmascarada, en las que al niño se le ve la cara mientras habla (títeres, marionetas, hablar por teléfono dentro de una casita, máscaras, juegos de hablar al oído…).

• Planificar las actividades en las que se requiere al alumno una emisión fonética o verbal que deberán graduarse siempre de menos a más.

A pesar de la interrelación entre los tres ejes, el progreso del niño no tiene porqué ser paralelo en todos ellos. Esto exige una continua adaptación de las actividades en torno a los tres ejes (personas, longitud e intensidad de voz) en función del avance conseguido en cada uno de ellos.

• Planificar y diseñar momentos diarios y frecuentes en los que el profesor haga una pregunta sencilla al alumno (inicialmente se solicitará una respuesta de una sola palabra, progresivamente se plantearán preguntas que requieran respuestas de mayor longitud).

• Plantear juegos de pareja que requieran emisiones verbales sencillas en cuanto a contenido y breves en cuanto a longitud (lotos, memoria, el mensaje secreto, adivinar oficios,…).

• Organizar en torno a los rincones del aula pequeños grupos de trabajo y/o de juego en los que se le facilite al niño el intercambio verbal con compañeros. Es importante que los agrupamientos sean establecidos previamente por el profesor cuidando especialmente la composición de los grupos (inicialmente con los niños con los que tiene una mayor relación).

• Partir siempre de lo que el niño es capaz de hacer en cada momento, planificando y llevando a cabo, siempre de forma progresiva, actividades de mayor complejidad.

• Reforzar siempre cualquier aproximación del niño a la respuesta exigida.

• No mantener la aplicación de una estrategia durante más de dos semanas, si ésta no ha producido progresos en el niño. Cuando esto ocurra, diseñaremos y probaremos con otro tipo de estrategias.

• Ir aumentando la exigencia y las situaciones de intercambio comunicativo, evitando con ello la acomodación del niño y del entorno al nivel alcanzado.

MODELO DE INTERVENCIÓN:

1ª Sesiones: Es fundamental ,antes de iniar el tratamiento propiamente dicho , utilizar varias sesiones de acercamiento al niño en las cuales no se le pedirá en ningún momento que se exprese oralmente. Se dedicará a observar y a participar en juegos que no requieren hablar ( dependiendo de la edad: formar palabras, crucigramas, sopa de letras, juegos de memoria, puzzles...). Como estrategia es conveniente que intervenga en la actividad algún amigo o amiga del sujeto en tratamiento , indagando antes cúal es más indicado en base a las observaciones del profesor.

Utilizar las sesiones que sean necesarias para establecer un buen nivel de relación. No avanzar hasta que no estemos seguros de haber sintonizado.

Siguiente sesión: Se inicia un juego igual que en las sesiones anteriores en el que intervienen el terapeuta, el sujeto que no habla y el amiguito elegido. La consigna que damos es que él no tiene que hablar pero sí tiene que mirar la cara y sobre todo los labios de sus compañeros de juego.

Siguiente sesión: Jugamos todos al “ Quién es quién “. La consigna es que conteste a las preguntas que le hacen con movimientos de cabeza, afirmando o negando.

Siguiente sesión: Jugamos todos al “ Quién es quién “. La consigna es que conteste a las preguntas con monosílabos, pero sólo moviendo los labios. Cada vez que se bloquee, es fundamental no insistir y pasar rápido la pregunta al amiguito o introducir una nueva pregunta...

Siguiente sesión: Igual que la anterior, con ese juego o con otro, pero esta vez el “si” o “no” se emite con movimiento de labios y volumen casi mperceptible. Se hacen varias sesiones para consolidar este objetivo.

Siguiente sesión: Cambiamos de juego. Vamos a jugar a formar palabras a partir de unas letras dadas.( cuatro letras para formas palabras bisílabas ). Cada uno escribe sus palabras en un papel. El que forme antes tres palabras para el juego. Cada uno lee sus palabras. El sujeto en cuestión puede hacerlo con un volumen muy bajo.

Siguiente sesión: Las mismas consignas que en la sesión anterior variando los juegos. Por ejemplo jugamos al dominó de animales y al que le toque poner tendrá que decir que opciones tiene: león-caracol. Si jugamos a las cartas al ponerlas sobre la mesa hay que nombrarla: Peter Pan. La consigna es aumentar un poco el volumen. Da resultado, cuando hay cierta resistencia, instigar al sujeto a que mire, que establezca contacto ocular porque el encuetro de miradas incita a la comunicación.

Siguiente sesión: Para pasar a emitir más palabras utilizamos el ordenador “Ordimini”, con juegos como el de las palabras enlazadas. La consigna es la misma pero el volumnen debe ser perceptible.

Siguiente sesión: Para hacer frases utilizamos juegos-puzzles de dibujos en los que se inserta una frase alusiva y que después hay que leer. El volumen de la voz debe ser normal.

En todas estas situaciones el elogio es fundamental como refuerzo a corto plazo, pero también es interesante proponer alguno a largo plazo que aumente la motivación.Ej: Si al cabo de un mes consigue emitir frases de tres palabras con un volumen aceptablemente perceptible ( registro ), se le premiará con.....( una cinta de las Spice Girls).

Siguiente sesión: Una vez que se rompe el bloqueo oral entre el sujeto en tratamiento y las dos personas ( terapeuta y amigo ) que participan en los juegos , se hace necesario introducir a otros compañeros en los juegos para que se vayan generalizando las conductas adquiridas. Para ello hay que establecer buenas relaciones con el grupo planteando actividades distintas a las escolares: contar sucesos, preferencias musicales, deportivas....respetando el turno. Se hacen concursos en los que se pide un resultado oral individual....lecturas colectivas....resolución de crucigramas compartidos: 1 horizontal al 1º de la izquierda, 2 horizontal al 2º....representaciones con textos cortos con la consigna de que todos participan.Los compañeros van reforzando los progresos del “habla” del sujeto objeto de tratamiento, en lugar de reforzar el silencio.

Siguiente sesión: Se siguen realizando juegos con el grupo, cambiando algún que otro componente , para la generalización y haciendo que el profesor forme parte pasiva del grupo, haciendo su entrada de forma fortuita. Repetir en varias ocasiones pero ya no aparece el profesor por casualidad sino que está desde el inicio de la sesión. Repetir cuantas veces haga falta, modificando los juegos, hasta que al menos consigamos que el sujeto emita monosílabos.

Los padres es casa estimulan al niño/a a que se comunique de forma oral en el ámbito escolar y le hablan de las desventajas que supone no hacerlo, además se establece en la casa un sistema de refuerzos a corto y a largo plazo( registro quincenal=corto plazo; suma de registros quincenales= largo plazo ).

Siguiente sesión: El terapeuta plantea una sesión en la que participa el grupo-clase incluido el profesor. El objetivo es conseguir que el sujeto se comunique de forma dirigida y después espontánea, con frases cortas.A partir de este momento se establecerá un programa de economía de fichas: obtención de puntos por emisión de respuestas , canjeables por puntos que a su vez supondrán obtención de un refuerzo social o material( acordado de antemano ).

...a partir de este momento el tratamiento consistirá en afianzar la conducta conseguida con refuerzos esporádicos...pero el objetivo estará conseguido.